sábado, 20 de abril de 2013

El siervo de Krishnamurti . Patan. (Nepal) 11/julio/ 2007


Kumari, la niña diosa. de la Plaza Durbar en Kathmandú.

Las elegidas son siempre niñas de entre 4 y 7 años de edad de la casta newar (a la que pertenecía Buda). Deben poseer las ‘32 perfecciones’, algunas de ellas muy ‘poéticas’ o que muestran la especial veneración a los animales de la cultura sudasiática. Por ejemplo tener un cuello como una concha de caracol, poseer una voz suave y clara como un pato, tener las pestañas de una vaca o los muslos como un ciervo. También deben tener una dentadura perfecta e intacta, no haber padecido enfermedades, tener el pelo y los ojos muy negros… Y por supuesto se examina su horóscopo.
Además, la reencarnación de Durga debe ser valiente, así que como última prueba deben aguantar el miedo durante un ritual en el cual 108 búfalos son sacrificados a la diosa Kali y sus cabezas expuestas en el patio durante la noche, a la luz de las velas, mientras una procesión de bailarines danza y grita a su alrededor.
De todas las candidatas sólo una será la elegida y, tras una preparación secreta a cargo de los sacerdotes, se convertirá en la nueva Kumari.
Ostentará esta condición hasta la pubertad, hasta el momento en que le llegue la primera menstruación. Entonces se considera que la divinidad abandona su cuerpo, por lo que debe seleccionarse una nueva kumari.


De: http://www.lasociedadgeografica.com

miércoles, 17 de abril de 2013

Narguile. Khan El-Khalili. El Cairo (Egipto) 11/julio/2009.





".....Muchos son los detalles que lo proclaman: el callejón de Midaq fue una de las joyas de otros tiempos y actualmente es una de las rutilantes estrellas de la historia de El Cairo. ¿A qué El Cairo me refiero? ¿Al de los fatimíes, al de los mamelucos o al de los sultanes? La respuesta sólo la saben Dios y los arqueólogos. A nosotros nos basta con constatar que el callejón es una preciosa reliquia del pasado. ¿Cómo podría ser de otra manera con el hermoso empedrado que lleva directamente a la histórica calle Sanadiqiya? Además tiene el café que todos conocen como el Café de Kirsha, con muros adornados de coloridos arabescos. De los del callejón, actualmente desconchados, todavía se desprenden los olores de las antiguas drogas, populares especias y remedios de hoy y de mañana...
Aunque el callejón está totalmente aislado del bullicio exterior, tiene una vida propia y personal. Sus raíces conectan, básica y fundamentalmente, con un mundo profundo del que guarda secretos muy antiguos.
Los ruidos del día se habían apagado y se comenzaban a oír los del atardecer, susurros dispersos, un «Buenas noches a todos» por aquí, un «Pasa, es la hora de la tertulia» por allá. «¡Despierta, tío Kamil y cierra la tienda!» «¡Cambia el agua del narguile, Sanker!» «¡Apaga el horno, Jaada!» «Este hachís me duele en el pecho.» «Cinco años de apagones y bombardeos es el precio que hemos de pagar por nuestros pecados.»


El Callejon de los Milagros. (Naguib Mahfuz).

jueves, 11 de abril de 2013

La niña vendedora de limas. Aldea Amhara. (Etiopía) 24/julio/2012




De Bahir Dar (Lago Tana)  a  Gondar (Montañas Simien) 

El trayecto de Bahir Dar a Gondar, que hacemos en un minibus,
transcurre al inicio por campos de arroz y lentamente sube hacia las Montañas Simien. En cada parada (hacemos varias)  se acercan  un montón de lugareños, casi siempre niños, que jamás piden y nos miran con la misma extrañeza que nosotros a ellos. En un momento dado a alguien le urge parar para hacer un “pis” en las proximidades de un enclave rocoso llamado "el Dedo de Dios" por los locales  y todos aprovechamos para bajar del autobús y estirar las piernas. En unos momentos aparecen de la aparente soledad del entorno, y digo aparente  ya que de continuo y en ambos márgenes de la carretera hay un trasiego constante de personas a pie, cargando sacos,  herramientas propias del campo o con ganado, un grupo de chiquillos que se acercan a nosotros y a dos, algo más mayores, que vienen por la carretera con un par de sacos en cada mano. El guía nos explica que venden bollitos de pan y que el mejor regalo que podemos hacerles a los niños, - que son pastores, nos indica , es comprarles uno. Increíble la respuesta de los chiquillos ante un bollo de pan duro , lo miran como el más apreciado de los manjares.
La niña de la foto es una vendedora de limas de una de las aldeas de la Etnia Amhara, mayoritaria en el Norte de Etiopía,  en las que paramos.





       

viernes, 5 de abril de 2013

Mercado de Chandni Chowk. Delhi. (India) 02/julio/2007


El Mercado de Chandni Chowk: una introducción a la India más auténtica.


Delhi suele ser la puerta de entrada para aquellos que viajan a India, aunque no todos se llevan un buen recuerdo de su estancia en la ciudad. Y es que, si uno tiene la idea de India como sinónimo de una bucólica imagen del Taj Mahal  a la puesta de sol, es posible que Delhi no responda a sus expectativas.



No obstante, un paseo por Chandni Chowk con los ojos y la mente bien abiertos puede hacernos cambiar de opinión y acercarnos a la India más auténtica.
Chandni Chowk es un laberíntico y bullicioso bazar situado en el corazón de la Vieja Delhi, en el que tan fácil resulta perderse como no querer encontrar el momento de salir.


Dicen que el punto fuerte de esta zona de la Vieja Delhi son sus puestos de comida: auténticas delicias que hacen de Chandni Chowk el punto de abastecimiento preferido de los habitantes de la ciudad. 
Yo añadiría que además es el lugar ideal para empezar a hacerse una idea del crisol cultural que India encierra: mujeres hindúes vestidas con vistosos y coloridos sarees, sijs con grandes turbantes cubriendo su larga melena, y musulmanes camino de Jama Masjid ( Mezquita del Viernes) a la hora de la oración. 
Con estas premisas, no cabe la menor duda de que Chandni Chowk es uno de los lugares más auténticos de Delhi, y su visita, absolutamente obligada antes de empezar a explorar el resto del país.



Jama Masjid (Mezquita del Viernes) Delhi (India)

El vendedor de azoras del Corán. Zoco de Marrakech. (Marruecos) 13/septiembre/2007


Zocos y Plaza de Jemaa el-Fna. Marrakech. (Marruecos)

“El reino de la astucia”

Cuando no pateo la Plaza, que suele ser antes de que empiece a anochecer y esta realmente se convierte en un autentico espectáculo, mi ventana favorita es la terraza (la de abajo) del Café Glacier, ya que ante mis ojos desfilan sin cesar una corte de personajes sacados como de un libro escrito por un viajero de hace mil años.
No cesan de sorprenderme, las mil y una formas que estas gentes tienen de buscarse la vida y de como con astucia y muchas veces una innegable gracia consiguen el pan suyo de cada día.
Voy a dejarme de filosofar sobre el bien y el mal, la justicia e injusticias que campan por doquier en el Mundo y que yo a veces intento paliar de alguna forma por ejemplo simplemente dándole un cigarrillo a quien fuma y no tiene.
.
En la plaza me han ofrecido de todo, y digo de todo, por que de todo me han ofrecido.
Una serpiente de goma, una piedra de hachis, una botella de coca-cola llena de argán (o valla usted a saber que) jurándome que era el elixir de eterna vida. Una dentadura postiza (usada) un viaje en camello por las dunas de un maravilloso palmeral inexistente, una noche de sexo eterna con algo parecido a la raíz de la mandrágora y que ellos llaman la viagra berebere.
Un masaje, hamman incluido, del que saldría hecho un mocito (en esto caí y francamente tras 20 masajes sigo igual de viejo). En fin todo lo que Oriente entiende por esencial o lujoso.

Que decir de aguadores, domadores de serpientes, tatuadoras, adivinos, cuenta cuentos, saltimbanquis, brujos y médicos bereberes del desierto y sus puestos de pócimas y milagros.
Los puestos de zumos de naranja y ya por la noche los puestos de comida donde todos son el Argiñano de Marrakech.

He dejado para el final los grupos de música, que por las noches, y en unos iniciáticos círculos deleitan a los que como yo gustan de la percusión en todas sus variantes africanas. Gnawas y chaabis me apasionan y mas de una vez he terminado la noche en cafetines o garitos, con algunos de los componentes de estos grupos, escuchando el rai marroquí y bebiendo casablancas. 

En fin, es para vivirla sin complejos ni prejuicios y mirar como gira y gira, desde el amanecer hasta casi el alba, la Gran Plaza del Mundo ( así la denominan ) llevando bien abiertos los ojos, espabilados los oídos, sujeta la cartera, y la mente receptiva para poder captar y no olvidar. 


Mother Ganga. Varanasi. (India) 09/julio/2007



Mother Ganga.

Son las 04 am. pero es preciso estar antes del amanecer en los Gaths.
a Varanasi se viene a morir, pienso en esto mientras camino entre cientos de personas, que en grupos cantan y tocan instrumentos musicales, hacia los Ghats ( escaleras ) que bajan hacia La Madre Ganga: el Río Ganges.
Es muy temprano la gente sin suerte, duerme en las aceras, a las puertas de los comercios, algunos en su rick show, otros se lavan los dientes al borde de las cloacas que aquí están abiertas. Hay varios cerdos pastando sobre un montón de basura, restos de frutas por el suelo, papeles, saharis multicolores que tuvieron mejor vida, guirnaldas de flores marchitas, heces de vaca, perros vagabundos, miseria, basura y  siempre errantes, las vacas sagradas, dueñas y señoras del espació urbano.

Amanece ya, y un grupo de viudas bajan las escaleras hasta las sagradas aguas del Río Ganges, me uno ellas y me acerco a la orilla. Dos muchachos bucean, un poco más allá, otros dormitan sobre una vieja barca de madera. Él shadu ( santón ) de barbas blancas me mira y una algarabía de niños me ofrece cestillos de papeles de colores con velas blancas para depositar sobre las aguas en memoria de los que ya no están.
A mi espalda centenares de edificios de todas las formas y colores sirven de firme contrapunto a las aguas turbulentas de este Río que aquí parecen un mar.
A lo lejos, en la otra orilla, y difumadas por la luz amarillo intenso del amanecer, diviso playas y barcas de madera en un arenal que por extenso parece un gran desierto.
Hay perros, muchos perros, a los que nadie hace caso y hay hombres lavando, a base de golpes, la ropa de otros, la tienden por colores y construyen vistosos aro iris. 

Un grupo de muchachos , ejercita sus cuerpos en intrincadas luchas. La joven recién casada se enjuaga la boca, y por fin se sumerge en las aguas turbias , una anciana lava su cabello, el padre de honesta familia de comerciantes , acoge con sus manos un puñado de agua que derrama con veneración sobre su cabeza: vida, vida, vida…
Pero aquí se viene a morir y en medio de los edificios y templos se levantan los crematorios para los cadáveres, se llegan a quemar más de 450 personas al día y sus cenizas arrojadas al río,Hay excepciones : las mujeres embarazadas, los niños menores de nueve años, los que mueren por picaduras de cobra... para estos el fuego purificador no es necesario y son arrojados directamente a las aguas con una piedra al cuello.
Con los días y pese el trabajo de delfines y tortugas carnívoras (recién importadas en un intento gubernamental de terminar con tanto desperdicio), los cuerpos se hinchan y salen a flote, ahora con detenimiento, veo por qué hay tantos perros, puedo ver flotar una cara desfigurada por la putrefacción a un metro escaso de donde la joven recién casada bebe el mana de vida y purificación : todo es y para todo sirven las aguas sagradas de la Madre Ganga.

Bendita Varanas la Ciudad tres veces santa 

miércoles, 3 de abril de 2013

Nubios camino del Templo de Philae. Aswán. (Egipto) 09/junio/2006





Los Nubios.

Viven al sur de Egipto y se extienden por el valle del Nilo hasta el norte de Sudán. Varios de sus asentamientos han quedado sumergidos bajo las aguas del lago Nasser, tras la construcción de la gran presa de Aswan.  Sus orígenes se remontan al año 3.000 a.C. y, a día de hoy, tratan de mantener vivas sus tradiciones más ancestrales. Son los nubios.

Templo de Philae.

Philae es uno de los santuarios más bellos de todo el Antiguo Egipto. Situado originalmente sobre la Isla que lleva su nombre y trasladado en época moderna a su actual emplazamiento en la isla de Egelika, este templo alcanzó su máximo esplendor en el Período Ptolemaico. Según parece, sus primeras edificaciones se remontan a la XXV dinastía con el faraón de origen nubio Taharka, alrededor del 690 a.C. y hasta el año 117 d.C., sabemos que participaron en su construcción los reyes Taharka, Nectanebo I, Ptolomeo I, II, III, IV, VI, VIII, XIII, Tiberio, Augusto y Trajano entre otros.

        El gran templo de Philae está dedicado a Isis, la divinidad femenina tal vez más universal y amada a todo lo largo de la historia egipcia. De forma generalizada, para los Antiguos egipcios la diosa Isis representaba la mujer, la vida y la magia; pero muy especialmente para aquellos sacerdotes iniciados que se consagraban a su culto, Isis era la diosa de la Sabiduría que atesoraba los arcanos Misterios de la Naturaleza.
Fue el ultimo bastíon de la Religión Egipcia.


Capitán de Faluca. Luxor. (Egipto) 06/julio/2009



Planeando en silencio por el Nilo.

La faluca ó falúa es un barco de vela pequeño (por lo general, pueden llevar una docena de pasajeros, más un par de personas como tripulación), que puede tener una o dos velas casi triangulares,1 y uno o dos mástiles ligeramente inclinados hacia la proa. La palabra faluca procede del árabe: فلوکه faluka, pequeño barco,. Su uso se generalizó en muchas regiones del Cercano Oriente y África del Norte; por su naturaleza son especialmente adecuadas para la navegación de cabotaje (cerca de la costa) o ríos del interior y, de hecho, han se utilizado profusamente en el mar Rojo y el río Nilo. Actualmente han quedado obsoletas y, con fines comerciales, suelen ser sustituidas por las más modernas lanchas de motor, pero aún se siguen utilizando en algunas circunstancias, por ejemplo, para su uso turístico en lugares como Aswán y Luxor, en Egipto. Este tipo de barco se utilizó tradicionalmente en Sicilia, incluso actualmente, para la pesca de pez espada en el estrecho de Mesina.




martes, 2 de abril de 2013

El sadhu del Gath Manikarnika. Varanasi. (India) Julio de 2011.






Gath Manikarnika. Varanasi. (India)


Varios del grupo subimos al crematorio , los intocables rascaban el suelo buscando entre los restos de cenizas del ultimo cuerpo incinerado algo de valor, tal vez oro o plata. Encendí un cigarro, alguien a mi lado grito, -pero si es una mujer! como si acabara de darse cuenta del lugar donde estábamos y que era lo que estábamos mirando, señalando los pies desnudos, que era lo único visible, de un cuerpo bajo una mortaja de flores, era la próxima en irse a la pira. Un poquito más allá, en el borde justo del muro que cae hacia al Marnikanika Ghat ( escalinatas de las cremaciones) esperaban dos cuerpos más, esto no para nunca, día y noche , todos los días del año.
Las cenizas son arrojadas hacia el Ganges a paladas o con cubos metálicos, solo quedan unas poquitas que son las que entregan a los familiares, que esperan el final de la incineración, en una pequeña tinaja de barro o metal, para que luego ellos mismo en una ultima y ritual despedida los arrojen en el centro del Río , junto a pétalos de flores.
No me di cuenta, las chanclas, casi descalzo, no era la forma adecuada para subir a la zona del crematorio, sentí un picotazo en un dedo del pie, horrorizado mire hacia el suelo y vi una pala de púas pegada a mi talón, hubo suerte y no produjo sangre, ni siquiera herida.

Algunos del grupo, muy impresionados por la escena de las cremaciones tan de cerca, junto a nuestros pies, no aguantaron y bajaron a toda prisa. Carlos , Miguel y yo esperamos a la próxima, la mujer de la mortaja de flores. Comienzan por la zona del cuello, el hijo mayor, que se rapa la cabeza dejando un mechón como señal de luto, prende fuego en la zona del cuello e inmediatamente las llamas devoran todo, cuerpo, madera…
Perdí el respeto a la muerte, más bien al después de la muerte, que es lo que tanto me asusta. Encendí otro cigarrillo, -como puedes fumar, aquí ,tan tranquilo, me dijo Miguel y mire hacia el Ganges
recordando que en mi viaje anterior, con el nivel del agua mucho más bajo, se veían los cuerpos hinchados, flotando, recordé cómo aquellos tres perros se peleaban por la pierna de una mujer , seguramente una embarazada, a estas, a los que mueren por picaduras de serpiente, a los niños, a los vagabundos que aparecen muertos en las calles, no los queman se van directamente al Río, envueltos en una mortaja blanca… Si, francamente me di cuenta que al final, solo somos eso: cuerpos sin vida, es decir nada…pasto para los perros, las aguas, el fuego, o la tierra...NADA!

Sijes en moto.Delhi (India) 03/julio/2007



El sijismo es una religión india que se desarrolló en el contexto del conflicto entre las doctrinas del hinduismo y del islam durante los siglos XVI y XVII. A las  personas que siguen esta corriente religiosa se les denomina  sijes (en inglés sikhs). Su fundador fue un hombre llamado Gurú Nanak y según se conoce este movimiento comenzó en el siglo XVI. Son sus creencias básicas el monoteísmo, la negación de las castas, la humildad y el servicio al prójimo.

El Templo Gurdwara Bangla Sahib.Delhi (India.)

El Gurdwara Bangla Sahib es uno de los templos sikhs de Delhi, al recinto del templo se accede descalzo, (sin zapatos y sin calcetines) y con la cabeza cubierta para lo cual proporcionan un pañuelo de un vivo color naranja; no se puede entrar con comida ni con cigarrillos, tampoco ninuna prenda de cuero, recordad que las vacas son sagradas en India. A la entrada hay un una escalinta por la que discurre agua , que obligatoriamente hay que pasar, para, de alguna forma,  lavasrse los pies. Por el camino que lleva a la puerta hay un toldo de tela, y debajo una tela en el suelo, con lo que se puede evitar, en parte, el piso ardiente, en especial para unos pies acostumbrados a llevar zapatos.




Comer en un templo sij es algo que todo el mundo debería hacer una vez en la vida. En el Gurdwara Bangla Sahib, el templo sij más importante de Delhi, podemos vivir esta inolvidable experiencia que a buen seguro guardaremos como uno de los más especiales recuerdos de nuestro viaje a India.
El Gurdwara Bangla Sahib fue en realidad construido como palacio por el Rajá Jai Singh en el siglo XVII. Pocos años después sería habitado por un importante gurú sij, Har Krishan, quien durante una epidemia de cólera que asoló la ciudad de Delhi ayudó a su población facilitándoles agua de su pozo.

lunes, 1 de abril de 2013

La asamblea de viudas de la Plaza Durbar. Katmandú (Nepal) 11/julio/2007



Cada mañana se reúnen en los bancos de piedra que hay bajo los aleros del tejado del Antiguo Palacio Real de Katmandú. No tienen otra razón, que lamentarse juntas del “maltrato” al que las someten sus nueras, -hoy me dado poco arroz, -ayer no me ayudo en los quehaceres de la casa, - no me cuida cuando estoy enferma…
Cuando una mujer se queda viuda en Nepal o India pasa a depender directamente de la ayuda de sus hijos o de no tenerlos, de la caridad ajena. No están muy lejanos los tiempos en que se arrojaban, voluntariamente o no, a las piras de cremación en las que los cadáveres de sus maridos se consumían.
Oran y a veces lloran juntas sus penas y un poco más aliviadas vuelven a la casa que ya no es suya, al hogar que las acoge por lastima, a la cruda realidad de nacer y envejecer mujer en Nepal.

Derviche del Palacio de Al-Ghuri. (El Cairo) Egipto.11/julio/2009



Mevleví o Derviches giradores es una orden fundada por los discípulos del gran poeta Sufi Jalal al-Din Muhammad Rumi en el siglo XIII. El origen y actualmente centro de la orden está en Konya (Turquía).
Se conoce a los Mevleví también como Derviches giróvagos o giradores porque tienen una ceremonia de danza-meditación, llamada Sema, que consiste en una danza masculina acompañada por música de flauta y tambores. Los danzantes, giran sobre sí mismos con los brazos extendidos, simbolizando "la ascendencia espiritual hacía la verdad, acompañados por el amor y liberados totalmente del ego". La ceremonia se originó entre los místicos de la India y los sufís turcos. El Sema, como ceremonia mevleví, fue proclamada en 2005
e inscrita en 2008 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.



Ceremonia de los giróvagos o derviches de El Cairo el 11 de julio de 2009 en el Palacio de Al-Ghuri.